16 de febrero de 2014

Type O Negative

El poder de la música es impresionante y, creo que estarán de acuerdo conmigo en que el género o la corriente a la que pertenezca pasa desapercibida cuando de la conexión con lo más profundo de nuestro ser se trata. Es como si se tratara de una huella imborrable, impresa con tinta de infinitud, que cada vez que volteamos a mirar la marca, nos rejuvenece, y nos hace sonreír para, inexplicablemente, convertir el tiempo en una realización de nuestros sueños.

Así me pasa cada vez que escucho a Type O Negative - entre muchos otros, pero guardo una especial relación con el extinto proyecto neoyorkino debido a que, como suele pasar con nuestros artistas favoritos, los conozco desde el primer cassette - una versión pirata que compré en un puesto callejero, donde la portada era la impresión de una foto y la marca era Sony - Pure Gamma. Era el rarísimo, en aquel entonces, The Origin of the Feces, una grabación que me llamó la atención inmediatamente debido a que parecía un concierto en directo, además del nombre de algunos temas como I know you're fucking someone else y la letra de Are you afraid? ¿Qué sonido representaban estos sujetos? No sonaba a nada que yo hubiese escuchado antes. Sabía que era Metal, pero como todavía no exploraba los territorios de la oscuridad, me desconcertaba el sonido de los teclados y esos cambios exquisitamente lentos. Yo tenía 15 años y me fascinaba activar la palanquita del botón de repeat para que el cassette se diera vueltas 4, 5 veces mientras caminaba por la calle buscando un lugar dónde pasar el rato, porque me había ido "de pinta" de la escuela.





Así, me hice de los cassettes y luego de los CDs The Origin of the Feces, Slow, Deep & Hard y del afamado October Rust para finalmente ver al proyecto morir después del álbum World Coming Down.

En fin, no quisiera hacer de esto una remembranza combinada con lo técnico de la trayectoria del grupo. Lo que sí es que hoy, sin saber cómo ocurrió, me sentí vivo después de casi medio año tirado en la cama. Ahora, con el corazón más relajado y en franca sanación, con paz mental y un júbilo emocional ante lo que sucede en mi mundo, es grato poder cantar esta canción a todo pulmón.

¿Por qué esta canción? Precisamente porque describe en mucho mi actuar. Soy de los que siempre da mucho y, bueno, honestamente la canción tiene ese erotismo vampírico al que cualquiera sucumbe. Es increíble la voz de Peter Steele al final. Siempre me eriza la piel. 

Siempre agradeceré experiencia de vivir...con música.