13 de octubre de 2019

Octubre - Parte 1

Según había escrito en la última entrada, iba a volver a reseñar trabajos musicales, me sentía cargado de energía y no sé qué tantas cosas más. Pues bueno, resulta que estoy trabajando muchísimo tiempo a la semana, que no duermo (como si eso fuera algo nuevo), y que no me siento con los objetivos claros. No es que haya perdido la brújula, simplemente creo que he llegado a cierta edad donde hay ciertas prioridades que hacen mella en la disponibilidad del tiempo y en cómo se emplea el ocio. Pues resulta que ahora, con el pasar de los años, me he dado cuenta de que he sido realmente muy afortunado al poder contar con tiempo de sobra para dedicarle a la red. 

Hoy, las prioridades han cambiado. Tengo responsabilidades y prioridades que van más allá de mi comodina actitud hacia la vida. Por ejemplo, me senté en el escritorio para hacer guías y exámenes, pero en lugar de ello releía algunos poemas con inspiración prerrafaelita que había escrito hace tiempo y terminaba alguno inconcluso, escuchaba Chokebore y Type O Negative, miraba la luna llena desde mi ventana. ¡Por un momento me había vuelto la creatividad melancólica que me caracterizaba! Para no variar, son casi 3:30 a.m, hora en la que no sé porqué siempre he despertado de noche o es, por el otro lado, una de las horas en las que más fluyen por mi cabeza pensamientos e ideas - que la mayoría de las veces sólo escribo en un papel, sin llevarlas a cabo.

Pues bien, me llegó eso que los alcohólicos llaman un momento de claridad. Hoy hay luna llena y me siento muy motivado a hacer mil cosas, como siempre, pero me he dado cuenta que tengo prioridades, y que el sentir nuevamente el amor de pareja, ese amor estupidizante y agobiante, pero para mi persona indispensable y acuciante, incluso, me motiva aún más. El punto es que me siento agobiado, ya no puedo pensar sólo en mí; ahora tengo responsabilidades para con los demás, de hecho podría decirse que mi soledad y mis deseos de aislarme, como siempre pasa en la temporada otoñal, son ahora un lujo imposible, algo que no me puedo dar...Debería escribir en tercera persona.

Podría ser que ya no siento la capacidad de expresarme como solía hacerlo, que esa etapa ya pasó, que en realidad estoy muerto por dentro y que por más amor que pueda sentir en mi interior sólo haya un llano erosionado, que quizás sólo eres una bella ilusión, que lo que siento es una falsedad, que me quedé estancado o, inclso, que por fin me liberé de mis impulsos y este momento es para darme cuenta que tengo que dar un giro y cerrar este blog.

Ya ni hice nada sobre lo que quería hacer originalmente, sólo estoy pensando en mis guías y en irme a dormir para firmar contrato de mi nuevo local y trabajar por la tarde. ¡Chale!





21 de abril de 2014

Cuando la sutura de las llagas se abren y el dolor te desengaña.
Cuando das cuenta que vives con una honda herida que ignoras volteando la mirada.
Cuando reconoces que el goteo interminable de sangre hace mella hasta en el andar.
Recurres al escondite de siempre pero ahora no es como siempre.
Nada tiene sentido.





10 de abril de 2014

Chokebore - A taste for Bitters

No sé si ya ha sido publicada una entrada con este sensacional disco pero ¡qué importa! Chokebore siempre me acompañará en esos momentos malos con sus riffs distorsionados y las voces desesperadas en un ajetreo post grungero bastante breve.

De mis discos favoritos de toda la vida, sin lugar a dudas. Aprovechen que pueden escuchar el playlist que hice con el álbum completo. ¡Tristeza imperdible!